domingo, 24 de abril de 2011

Tu foto en mi monedero...

Cuando no quiero verte, cuando no quiero saber nada de tí, aparece, ahí, entre los papeles de mi monedero.

Te miro,
sonrío ,
e incluso a veces,
se me escapa un beso,
eres una foto llena de besos,
una foto con huellas labiales.

Siempre digo que te tiraré, que te sacaré de ahí, que te guardaré en un lugar en el que sólo te vea cuando quiera mirarte, sin sorpresas, esos días en los que quiera recordar lo que fuiste. Ahora sólo recuerdo lo que no eres.

Te miro,
sonrío,
e incluso a veces,
se me escapa un beso,
eres una foto llena de besos,
una foto con huellas labiales.

Cuatro meses, nunca pensé que la vida sin tí se me hicera tan larga, nunca pensé que haría como mi abuela: llevar las fotos de las personas que más ha querido en su monedero. No sé, creo que es hereditario, pero es que ese jersey de rombos te quedaba tan bien, ese jersey de rombos de cuello de pico, en tonos marrones, eso sí, saliste con los ojos rojos, igual porque las fotos te las hizo un chino inexperto en un día de lluvía y se le olvidó ponerte un paraguas. Después de todo eso vino el dolor.

Te miro,
sonrío,
e incluso a veces,
se me escapa un beso,
eres una foto llena de besos,
una foto con huellas labiales.

martes, 19 de abril de 2011

Poco probable...

Mi Parker ha expirado, lo hizo con una vestica de tinta azul arremolinándose en el cielo, entre las nubes.

Llamé al doctor y ...

Abrió las frases con un bisturí, implató palabras, extirpó las comas que sobraban como tumores, removió párrafos enteros como si fuesen órganos, unió los tendones de la tensión dramática y conectó los vasos sanguíneos del hilo narrativo cauterizando las uniones y suturando con el mejor final.


Mi Parker ha resucitado, llora tinta negra, lanzando salpicaduras sobre una hoja de papel amarilla, creo que se debe al hipo que me acompaña desde la hora de la merienda.

martes, 5 de abril de 2011

Dividendos.

Sumando calles y calles,
observo las pisadas
por todos los lugares
que caminas a golpe de zapatilla
sin mí.
Las vuelvo a sumar,
encuentro huellas
desgastadas
de suelas
impertinentes
que no dejan
escrito tu nombre.

jueves, 3 de marzo de 2011

Cinco Razones....5

La PRIMERA de todas ellas
es convencerte de que aunque
sea enero, no encontrarás
a Papa Noel en Laponia.
La SEGUNDA es que la
lucha contra la lluvía
nunca me pareció
un negocio próspero
y
tú sigues fabricando varillas
de paraguas sin hacerme caso,
sin tener en cuenta lo que te digo.
La TERCERA es que
ahora quiero estar mejor aunque sea
capaz de escribirte en 65 palabras
por qué te quiero.
La CUARTA razón es
el miedo incontenible a encontrar
el equilibrio perfecto,
a seguirte buscando un abrazo.
La QUINTA y última
razón es porque sigo pensando
que hay algo detrás de esas hormigas
en el estómago y de esas mariposas
que encuentro en los calcetines
cada noche y que revolotean
por mi habitación esquivando
sensaciones de voces.

domingo, 16 de enero de 2011

Sueños....

Saber algo sobre aquella persona (la que de repente se despertó justo cuando llegó a su parada) era como intentar saber qué esconde una cámara de fotos lomografica. Buscaba alguna particuliaridad: flases de colores, ojos de pez, cuatro objetivos...
Objeto de culto.
Pensar en esa persona (la que de repente abrió los ojos justo cuando llegó a su parada) era como un carrete de fotos velado.
La mirada de esa persona (la que de repente se desperezó justo cuando llegó a su parada) era una paleta de colores ocres.
La voz de esa persona (la que de repente se avivó justo cuando llegó a su parada, la que soñaba en voz alta) era eso, una voz en sueños silenciosa.

martes, 14 de diciembre de 2010

La leyenda del tiempo

Se me empiezan a agotar las ganas, las ideas, los sentimentos, las verdades y las palabras. El teclado de mi ordenador no se agota, sigue siendo el mismo, pero las teclas son más pequeñas, creo que se han sometido a una sesión o a más de acupuntura, dejan de ser teclas boliches, pasan a ser teclas ex-boliches...
Se me empiezan a agotar los colores, las sonrisas, las cartas, las mentiras y las estructuras gramaticales. Mi mente no se agota, cada vez me pregunto más cosas, no sé si es de formación profesional o tal vez es que siempre la semántica y la pragmática me apasionaron.
Y me pregunto: Tú tienes el mismo concepto que yo del color azul, lo ves igual que yo o lo ves más claro, tal vez lo veas más oscuro, aún teniendo muchas tonalidades... No sé, debe ser consecuencia de la leyenda del tiempo.


Dar mil vueltas,
silbidos de esos que son canciones.
Dar mil saltos,
besos de esos que son muelles.
Dar mil besos,
caricias de esas que son suaves.
Dar mil recuerdos,
coronas que me hacen sentir una reina.
Dar (hacer) mil guiños,
sonrisas de esas que envias por telegrama.
Dar mil rodeos,
juegos entre las sábanas.
Dar mil conciertos,
coches con las ventanillas cubiertas de secretos.
Dar mil puntapiés,
regalos de esos que traen los Reyes Magos.
Dar mil palabras
cuando sólo hace falta decir dos.