miércoles, 2 de abril de 2008

Presente, pasado y futuro.

Tenía pensado cortar el cesped, limpiar el pasillo del garaje y colgar el cartel de "se vende".
En la nevera sólo había pepinillos y sopa.
Siempre salía corriendo por el pasillo, por eso le ragaló un reloj.
-Aquí tienes, dijo él, es un regalo.
-No puedo aceptarlo, es carísimo.
-No te preocupes, se lo compré a un tipo que tenía muchos encima de una manta. Fíjate lo que pone en la esfera:"Polex"
-Lo siento, tengo que irme, he quedado para comer con unas amigas.
En la comida mientras ella lucía su reloj en la muñeca, una de sus amigas les anunció su compromiso, se casaba con un hombre que conoció dos días antes, según ella había sido un amor a primera vista, era un hombre muy generoso, a lo que Silvia respondió: eso significa que folla bien, ¿No? ¡No nos hemos acostado!
No me lo puedo creer, dice Silvia, bueno, lo cierto es que todas nos hemos acostado con gente que no conocemos.
Silvia cuidaba a una ciudadana china, le llevaba la comida a la cama, avisaba de que su serie favorita estaba en la tv y que su actor favorito se estaba acostando con la enfermera lo cierto es que esperaban un hijo de aquella chica china, era una mamá de alquiler, cuando se enfadaba la amenazaba con llevarla a China. Ella se fue, la buscaron en un restaurante chino y los mandaron fuera. Silvia muy enfadada les dijo: Esa mujer lleva en sus entrañas un niño robado. Si no me dices dónde está llamaré a sanidad para que inspeccionen lo que lleva el cerdo agridulce.
Ella y su prometido estaban haciendo el amor, por fín, antes de casarse, de repente ella se levantó de la cama y corrió hacía la consulta del doctor, no sabía lo que era, pero era una rara sensación. ¡Había tenido un orgasmo!
Pasaron los días y llegó la fiesta de compromiso y fue allí donde se enteró de que su comprometido había matado a su mujer.
Cada tormenta cae consigo la esperanza de que por la mañna todo estará limpio y hasta las manchas más perturbadoras habrán desaparecido, las manchas de su error, las cicatrices de su traición o el recuerdo de su beso. Aguardamos a que pase la tormenta esperando lo mejor, pero hay manchas tan indelebles que nada podrá lavarlas.