jueves, 24 de enero de 2008

No me apetece...

porque después de todo
ha sido injusto conmigo.

miércoles, 23 de enero de 2008

Está bajo la almohada...

Esta mañana,
con mucho, mucho cuidado,
he dado vida a dos mariposas
de vinilo adhesivo color azul.
Después de recortarlas
las he pegado en el cristal de
la hoja izquierda de la ventana.
Ahora que las miro,
me siento una ladrona de libertades,
dos mariposas de vinilo
pegadas, sin poder volar,
sin respirar el aire
y sin enamorarse.
Me siento como alguien
que saca la lengua
a un niño en el autobús
-cuando lo hago me divierto,
después me solidarizo
con el niño de los
pucheros-
como alguien
a quien le roban la sonrisa
tras dejar
una nota debajo
de la almohada
un segundo
o un
instante.
Antes o después.

martes, 22 de enero de 2008

Hoy quiero elogiar a la poesía.

Ezra Pound escribió una vez que " con el propósito de tranquilizar al lector poco intelectual, diré de inmediato que no deseo confundirle haciéndole leer más libros, sino permitirle leer menos con mayor provecho ( y estoy dispuesto a discutir este punto con los libreros)". Algo así se podría decir aquí respecto a la lírica, pues no seré yo quien trate de aumentar " el trabajo" que la lectura supone para algunos, para aquellos que aún no han descubierto que, en realidad, la lectura es un placer vinculado al conocimiento del mundo y del alma humana, no un engorroso encargo de educadores y autoridades culturales. La intención de este pequeño elogío a la poesía es sencillamente contagiar mi entusiasmo por el arte poética a quienes lean estas líneas, invitarlos a abrir la puerta que conduce a su reino secreto - aunque paradójicamente esté a la vista y al alcance de cualquiera-, plagado de maravillas y delicias que enriquecerán su visión del universo y de ellos mismos.En el siglo XIX, la superioridad de la prosa respecto a la poesía fue más que evidente. En el XXI, la preponderancia es de la televisión y sus prosaicas verdades. Personalmente, no me resigno a formar parte de los que tienen tamañas preferencias porque sospecho, como diría Housman, que no hay ninguna verdad demasiado valiosa, ninguna observación demasiado profunda, ningún sentimiento demasiado exaltado que pueda ser expresado en prosa; porque me parece que la vida está llena de milagros, de cosas hermosas y sagradas, y que la poesía es un instrumento inigualable para hacernos conscientes de ellas, para dirigir nuestras voluntades hacía lugares con un poco más de luz que estos donde normalmente habitamos.