martes, 13 de enero de 2009

El azar no es casualidad...


¿Cuántas veces te has quedado atrapada en un ascensor con algún desconocido y tras varias horas os habéis convertido en amigos inseparables?

Ninguna, ¿verdad? Yo tampoco.

Y qué me decís de esas veces en las que un desconocido ha parado su coche destrás el vuestro para ayudaos a cambiar una rueda. Tampoco me ha pasado nunca porque utilizo el transporte público, es ahí el lugar ideal para conocer gente.... incluso te encuentras con gente, amigos de la infancia a los que hace meses que no ves, que no sabes nada de su vida, pero te acompañan en un trayecto de unos 100km y os ponéis al día... esa es la gente que de verdad vale, la que a mi me importa.

Hoy mismo he cambiado de línea de metro para ir a trabajar ( lograba encontrar una forma de llegar antes, no lo he conseguido he tardado más) y me encontré con una voz conocida que me decía: ¡"Y"! me di la vuelta y allí estaba él, muy muy cambiado, con traje, corbata, abrigo largo de paño....

¿Te acuerdas de mi? Soy "X" he cambiado mis nike y mis vaqueros rotos por este horrible traje, pero sigo siendo el mismo, sigo echándote de menos, dejando los ceniceros llenos de colillas en la terraza del comedor y pintando en las paredes margaritas del " te quiero"....

Respiré hondo, le miré a los ojos y le dije: sí, me acuerdo de ti soy "Y" he cambiado mis converse y mis vaqueros de pitillo por estos horribles zapatos de tacón, pero sigo siendo la misma, no te echo de menos, recojo los ceniceros llenos de colillas que dejaste en la terraza del salón y sigo escribiendo en folios azules las margaritas del " no te quiero".

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